Este ensayo trata sobre las imágenes y la estética del nazismo, de la importancia que tuvieron en los terribles años en los que estuvieron vigentes, de qué fuentes se alimentaron y sobre cuál es su legado y su permanencia hoy en el arte y en la cultura visual. Para hacerlo se apoya principalmente en las imágenes, en lo visual y en las coincidencias temporales, es decir, en la aparición recurrente de determinados clichés en diferentes momentos de la historia que hacen pensar en algo más que meras casualidades en la creación, el desarrollo y la pervivencia de las imágenes del nazismo. El objetivo es arrojar luz sobre la relación entre la belleza y el horror, la cultura y la barbarie que conoció Europa en el siglo XX y cuyos gérmenes aún infectan nuestro pensamiento actual.