Varios cineastas se reúnen en una casa rural en el sur de España para elaborar un guión cinematográfico. Se nos narran de este modo dos historias: de fondo, una novela biográfica en la que se inspira la película; en otro plano, el de la convivencia de los guionistas y su proceso creativo. Sobre este ambiente, Olga y la ciudad plantea una reflexión muy de actualidad sobre la relación entre los lenguajes audiovisual y literario, los mecanismos de decisión de la industria cultural y, sobre todo, la creatividad artística.