El joven Jacques, bachiller, busca alojamiento y trabajo en París. Sus pasos le conducen a los cuchitriles más baratos y miserables, a las tabernas populares y a las freidurías. Se emplea como profesor en colegios donde le pagan mal o no le pagan, imparte clases privadas a mujeres casadas y a los hermanos pequeños de jóvenes que desean practicar boxeo, es despedido de los talleres y de las fábricas. Escribe sus primeros artículos en revistas comerciales y frecuenta las redacciones de los periódicos. Entretanto, participa en las conspiraciones contra el régimen autocrático y policial de Napoleón III. Autorretrato cómico y ácido de un joven contestatario, El bachiller es al mismo tiempo la autopsia de una sociedad reaccionaria, profundamente injusta, cuyas tensiones acabarían por manifestarse años después, en 1871, en la revolución de la Comuna de París.