Al volver a leer un escrito, publicado por el suplemento “La hoja”, de la revista Cambio Nº 484, de octubre de 2002, escrito por Camilo Durán Casas, me nació el deseo de recopilar unos escritos que realicé en el año 1998 sobre mis experiencias de la relación, intimamente vivida, con mi padre, mi viejo. Relación que, pese a que en el transcurso del relato parecerá traumática, tuvo momentos inolvidables. Y muy felices.