Aunque Klein se consideraba seguidora de los pasos de Freud, también fue la innovadora que imprimió un cambio radical en la manera de concebir el mundo interno del niño, en la conceptualización de la ansiedad, la fantasía inconsciente y los objetos internalizados, así como en la técnica del análisis infantil. En esencia, desarrolló un nuevo abordaje clínico e ideas nuevas que la llevaron a una rica combinación de las relaciones de objeto y la teoría de las pulsiones. Ella y sus colegas también dieron entrada a nuevas maneras de abordar la enfermedad mental, ampliando la posibilidad de dispensar ayuda psicoanalítica a niños muy pequeños y a pacientes psicóticos. Todo esto es lo que desarrolla esta obra.