La relación de los argentinos con el saber científico siempre ha sido contradictoria y lejana. Nos hemos deslumbrado muchas veces con la tecnología importada, pero pocas veces hemos sido consecuentes con la construcción de un andamiaje público y privado que nos permita lograr un alto desarrollo científico que nos permite dar un salto de valor agregado a nuestra producción, ya sea agrícola-ganadera o industrial. El Estado Burocrático Autoritario de la década del sesenta apaleó y expulsó a centenares de científicos, el Estado Neoliberal, en boca de su ministro de Economía Domingo Cavallo, los mandó a lavar los platos. El Peronismo siempre ha tenido una secreta fascinación por la actividad científica. Tanto que ya en 1974, en el célebre Proyecto Nacional escrito por Juan Domingo Perón, se preveía la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Debieron pasar treinta años para que otro gobierno peronista cumpliera con la concreción de ese sueño. Jimena Naser narra con agilidad periodística en este libro la historia de diez descubrimientos e inventos que la ciencia argentina ha realizado en los últimos años. Un texto que nos permite sentirnos orgullosos de la repatriación de cerebros.