Un país para la Flaca, es el drama del exilio y de la diáspora, la crítica a la sala de espera de más de medio siglo en la que el cubano de la Isla se ha instalado. Es también un homenaje a intelectuales como Mañach, Virgilio Piñera y Guillermo Vidal Ortiz. Pero, sobre todo, es una historia de amor. Desenhebrar las peripecias del protagonista en sus tres territorios –Oriente, La Habana y Ávila– desvela una rica cartografía humana de los escenarios, convirtiéndolos también en personajes. Detrás de Un país para la Flaca hay una escritora, Mayda Anias, de gran talento narrativo y excepcional dominio del lenguaje, como ya demostró en Tulipa (2011), su primera novela. Escrita con una prosa trepidante, extiende una mirada desacralizadora o disidente –como prefiera el lector– de la historia de Cuba, desde Hatuey y Guamá hasta los años noventa del pasado siglo, además de la divertida imagen de lo que será, según el protagonista, la Cuba de después. Por sus páginas desfilan nombres conocidos y desconocidos, personajes cultos y populares de la historia, la literatura y la sociedad cubana hasta finales del XX.