Este libro se refiere a la vida de Freddy Taberna, a quien le correspondió vivir, cerca de nosotros, una de las crisis políticas más conflictivas sucedidas en la historia de nuestro país. Esta obra, lejos de ser una apología a su persona y a sus ideales sociales, y muy lejos también de pretender una biografía datista y superficial, se ocupa decididamente de la revelación de su secreto. El pecado de esta infidencia es cometido aquí por el doctor Lautaro Núñez, el amigo absoluto de todos sus años y de toda su ausencia.
Sutil y difícil tarea, pero no imposible para su autor –cazador de misterios olvidados–, quien ya había anotado en su primera bitácora que las preguntas más trascendentes, las que tienen que ver con el amor y con la creación, no se responden con palabras, sino que es la vida misma la que entrega la respuesta.
Es por esto que Lautaro, despreocupándose de explicar lo inexplicable y de definir lo indefinible, y apostando al amor contra el odio, a la creación contra la parálisis y a la alegría contra la tristeza, aborda su propósito enfrentándonos directamente al secreto de Freddy; a un curioso mundo profundamente auténtico y sencillo, dentro de cuyos reducidos límites no le fue imposible a un niño percibir el sentido de la vida, y después, ya ampliadas las fronteras de su espíritu, aceptar una razón para morir.
Las olas continuarán reventando sobre los roqueríos que rodean la ciudad y en alguna noche demorada, volverá a ser posible contar con el dedo las estrellas... Y desde el centro de la tierra volverá a surgir, otra vez, la vida, siempre mágica, imprevisible e irrefutable.