Este libro no trata de la arqueología de Santiago del Estero, sino de la arqueología antes de la arqueología. Tampoco es una lingüística del habla popular santiagueña, sino una política del habla. No es una etnografía de la religión folklórica, sino una estratigrafía de la comunicación con los dioses. No quiere historiar el proceso colonial, sino decolonizar la historia. No describe la identidad, sino la imposibilidad de escribirla. Esta obra se sale de su cauce, discurre por terrenos imprevistos, fertiliza antiguos arenales, deja las viejas moradas muy distantes de las aguas dulces. Esta obra nos muestra cuán seco ha dejado la creciente el cauce de la ciencia. Lo que queda por escribir es el cambio de morada junto al agua o, mas bien, mudar el domicilio de la escritura