Tras años repitiendo que teníamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, hoy se encuentra seriamente amenazado. Antes incluso de la crisis, el sistema estaba ya sometido a inquietantes derivas mercantilistas, medicalizadoras y visiones cortoplacistas, necesitando importantes mejoras. La crisis ha agravado terriblemente esa situación. Los recortes, privatizaciones y mala gobernanza, así como la exclusión de grupos de población, ponen en riesgo los principios del sistema sanitario público: universalidad, solidaridad y equidad. Los autores de este libro nos proponen resistir y revertir el desmantelamiento de la sanidad pública, pero no para volver a la situación previa a la crisis, sino para avanzar en mejoras con objeto de defender un sistema universal y equitativo, a la par que eficiente y solvente. Un modelo que entienda la salud en un sentido amplio, la incorpore a todas las políticas públicas, empodere a las personas y las comunidades en el cuidado de su salud, y sirva para combatir las desigualdades sociales de salud.