Cuarenta testimonios de vida, amor y dolor reúne el libro del destacado periodista Juan Pablo De La Hoz. Cuarenta relatos que acercan al lector a la intimidad de hombres homosexuales que abren sus sentimientos y sus realidades, y cuentan cómo ha sido vivir bajo esta condición. El silencio de no poder contar a quien se ama, la lucha por los derechos y la igualdad frente a la sociedad y la ley, el deseo de paternidad, la ilusión del matrimonio o el desenfrenado mundo de los amoríos pasajeros enmarcan una de las publicaciones más realistas de los últimos tiempos en torno a la temática gay. Un libro que marcará un precedente a la hora de dialogar sobre un tema que a nadie deja indiferente. Los hombres de «Chile Gay» no pretenden dar lástima. Por el contrario, tienen coraje y orgullo. Como todos, buscan amar y ser amados. Está en cada uno de nosotros ayudar a que eso sea posible. Conocer sus historias es un paso importante en esa dirección. Consuelo Saavedra
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- Índice
- Prólogo. Consuelo Saavedra
- Perdí la virginidad con el hombre que quise. Nicolás Henríquez
- Nació como mujer pero es hombre. Gabriel Ahumada
- Me sentí tan imbécil por pensar que él podía cambiar. David Fernández
- Nos juntábamos en su departamento para tomar, drogarnos y tener sexo. Pedro Rojas
- Soy el patas negras. Sebastián Paredes
- Me empezó a pegar, me agarró el cuello y me seguía golpeando. Cristóbal Jara
- No me van a perdonar lo que les hice, castigarlos con mi homosexualidad. Esteban Pizarro
- Fue como si me hubieran encontrado asesinando a alguien. Felipe Mackenna
- Piensan que voy a cambiar, que Dios lo va a hacer. Diego Carreño
- Es una fiesta de sexo grupal. Mario Quintero
- Fantasean con el tema, acostarse con él y conmigo a la vez. Iván Egaña
- Ser escort es una especie de ruleta. Facundo Aguilar
- Seguimos juntos solo por el sexo. Marcelo Jiménez
- Sentí que me iba a morir de pena. Ignacio Briceño
- Jamás voy a escoger entre mi hija y un hombre. Antonio Garay
- Le eché la culpa a mi mamá por haber nacido así. Elías Pizarro
- Sueño con que el mundo no castigue la homosexualidad. Luis Larraín
- Me hicieron homosexual. Sergio Domínguez
- Chile tendrá padres homosexuales cuando demostremos a la sociedad que se puede. Manuel Opazo
- Terminé con mi polola porque acepté mi homosexualidad. Raúl Álvarez
- Algún día le voy a decir que he estado con hombres. Simón Rodríguez
- Me encerraba en el baño a llorar. Juan Figueroa
- Estar con un tercero en la cama no es infidelidad. Leonardo Trujillo
- Me cuesta desnudarme frente a otro hombre. Samuel Rosales
- No podía decir que era maricón. Carlos Suárez
- Abracé a mi hija, sabía que no la vería en mucho tiempo. Arturo Délano
- Nunca me han gritado maricón. Jorge Medina
- Ojos que no ven, corazón que no siente. Víctor Olguín
- Él y yo quedamos embarazados. Javier Encalada
- Daría mi vida por tener un hijo. Pedro Villalobos
- La palabra papá nunca ha estado en mi vida. Claudio Alvares
- Me encantaría casarme. Miguel Zamora
- No quería al fantasma de la muerte rondándolo. Alberto Bustamante
- Dijo que me iba a ir al infierno. Julián Andrade
- Soy la reina del transformismo. Mauricio Zenteno
- Me veo luchando hasta el día de mi muerte. Rolando Jiménez
- Él se fue apagando de a poco. Alejandro Muñoz
- Sacamos las piedras para que los gays puedan caminar con facilidad. Ricardo Oyarzún
- Nunca he tenido parejas fieles. Gabriel Roselló
- Ser gay es un castigo. Martín Urrutia
- Epílogo
- Agradecimientos