Ese joven subteniente (Hernán Mejía), herido dos veces en el rescate al Palacio de Justicia -la primera en una pierna, no fue obstáculo para que continuara valientemente su misión-. Carta amarga, dirigida a su padre, quien al lado de la camilla en que era conducido al Hospital Militar le propuso retirarse de esa vida llena de peligros e ingratitudes. Gral. Álvaro Valencia Tovar - Columna El Tiempo Palacio de justicia, un documento estremecedor 5 de marzo de 2012
No voy a referirme en detalle a lo que ha padecido hasta hoy Mejía Gutiérrez relatado en la segunda parte de este libro. Después de haber recibido en 1999 el título de Mejor Soldado de América, queda convertido de la noche a la mañana en un despreciable villano. Me limitaré en este prólogo a compartir la espantosa serie de sorpresas que en ráfagas continuas recibió Mejía Gutiérrez.