Colombia se ha convertido en el país más peligroso para periodistas en Latinoamérica; la cifra de comunicadores asesinados, secuestrados, atacados, amenazados y exiliados por investigar y transmitir la verdad continúa creciendo en medio de la impunidad que supera el noventa y cinco por ciento. Esto ha sido ocasionado por la corrupción política, el narcotráfico, los grupos al margen de la ley, de izquierda y derecha, además de ataques por parte de la misma población civil y censuras del mismo gobierno.