La Monadología, escrita por Liebniz en 1714, dos años antes de su muerte, y siendo la obra más célebre de este autor, constituye su sistema metafísico maduro y más depurado. Ésta contiene, en apretada síntesis, toda su filosofía. Por la riqueza de ideas y por la peculiar trabazón entre ellas, la Monadología no resulta un texto fácil. Requiere un lector «instruido» en filosofía griega, escolástica y moderna. Pero su valor perenne como obra clásica en todos los ámbitos filosóficos recompensa el esfuerzo necesario para adentrarnos en su majestuosa arquitectura. La Monadología es una de esas obras que no han dejado de alimentar generaciones de pensadores y que con el paso del tiempo, lejos de perder interés, presentan nuevas perspectivas de las cuestiones filosóficas emergentes.