Antes de morir, Rodó (1871-1917) pudo visitar Europa y escribir Viajes por Europa. Estuvo en Portugal y se interesó en las relaciones de ese país con Hispanoamérica, estuvo en España y alabó la laboriosidad catalana. Sin embargo, su destino principal fue Italia pues quería verificar sobre el terreno que los mensajes de sus célebres libros americanistas marcaban la pertenencia a la ciudadanía espiritual de la antigua Roma, clásica y cristiana.