«Se diría que hay personas destinadas desde su nacimiento a que les sucedan toda clase de sucesos extraordinarios», Un héroe de nuestro tiempo.
A Lérmontov se le consideró un romántico, «el poeta del Cáucaso»; es sin duda el autor de la primera obra moderna de la narrativa rusa, Un héroe de nuestro tiempo (1840); y, si no hubiera muerto a los 27 años en un duelo, dicen los críticos que «lo tenía todo para convertirse en un gran realista». En el año del bicentenario de su nacimiento, este volumen reúne su espléndida novela sobre un héroe byroniano, «un retrato compuesto con los vicios de toda nuestra generación», y una antología representativa de su obra poética, en la que destaca precisamente, y paradójicamente, un poema cuyo primer verso dice: «No, no soy Byron».
Víctor Gallego Ballestero, su traductor y seleccionador, señala que tanto en la prosa como en la poesía de Lérmontov no hay esperanza en la compañía humana, ni en la comprensión ni en el amor; sus únicos remansos de paz son la contemplación de la naturaleza −ese Caúcaso grandioso y solitario− o el turbio «placer de atormentar a otro». El poeta siempre estuvo «en lucha constante contra alguien», siempre buscó «ofensas o simples pretextos para atacar o aleccionar a sus contemporáneos»: de ahí probablemente que, después de varios duelos, acabara muriendo en uno. Hay en la obra de Lérmontov una intensidad, un desencanto de lo humano, una visión desamparada de lo heroico y romántico cuya complejidad ha crecido con el paso del tiempo.
- Cubierta
- Introducción
- Un héroe de nuestro tiempo (1840)
- Prefacio
- Primera parte
- I. Bela
- II. Maksim Maksímich
- III. El diario de Pechorin
- Segunda parte. Conclusión del diario de Pechorin
- II. La princesita Mary
- III. Un fatalista
- Antología poética
- Poesías sin fechar
- [Nadie mis palabras acoge… Estoy solo…]
- [Bajo una fría y secreta máscara…]
- [No llores, mi niña, no llores…]
- 1829
- Mi demonio
- Elegía
- Monólogo
- Oración
- 1830
- Recelo
- Sentencia
- A ***
- Predicción
- Noche I
- Noche II
- Soledad
- La tormenta
- La estrella
- Melodía judía
- Tarde después de la lluvia
- Mañana en el Cáucaso
- Noche III
- Elegía
- [Llora, llora, pueblo de Israel…]
- Noche
- 1830-1831
- Muerte
- Mi morada
- Sol de otoño
- El torrente
- 1831
- Enero de 1831
- Confesión
- El cáliz de la vida
- Cae la nieve, aúlla la tormenta
- El ángel
- [Condenado por el mundo, extranjero…]
- Fragmento
- 1832
- [Tan inútil para el mundo es mi vida…]
- Epitafio
- [No, no soy Byron, soy otro...]
- [¡Qué sentido tiene vivir!... Con aventuras…]
- La vela
- [Nació para la felicidad, para la esperanza…]
- 1837
- La muerte del poeta
- El ramo de Palestina
- El prisionero
- [Cuando ondulan los amarillentos trigales…]
- Oración
- [Nos separamos, pero tu retrato]
- [No quiero que el mundo conozca]
- [No te rías de mi profética tristeza]
- [En mi camino apresurado al norte]
- 1838
- El puñal
- [Con temor contemplo el futuro]
- Meditación
- El poeta
- 1839
- [Al dulce niño que viene al mundo]
- No creas en ti
- Tres palmeras. Leyenda oriental
- La oración
- Los dones del Térek
- 1840
- [Cuando, rodeado del gentío abigarrado]
- Tedio, tristeza y nadie a quien tender la mano
- Canción de cuna cosaca
- [Hay palabras de significado…]
- El caballero preso
- Testamento
- Agradecimiento
- De Goethe
- Las nubes
- 1841
- Justificación
- Amor de muerto
- A la condesa Rostópchina
- Pacto
- La peña
- El sueño
- Tamara
- El encuentro
- La hoja
- L’attente
- [Salgo solo a la carretera, entre la niebla…]
- El profeta
- Poemas narrativos
- El fugitivo. Leyenda de las montañas (1838)
- Mtsiri (1839)
- El demonio. Historia oriental (1841)
- Notas
- Créditos
- Alba Editorial