Jack Goddard siempre conseguía lo que quería. A Alicia Beresford no le había gustado el interés que mostraba por su mansión familiar, pero Jack pensaba seguir adelante con sus planes de negocio y llevarse a Alicia a la cama como parte del trato.
Aquel playboy era un chico malo y el hombre más sexy que Alicia había conocido. Cuanto más tiempo pasaba con el guapísimo empresario, más tentadora resultaba su propuesta de mantener un tórrido romance. Pero también sabía que no era hombre de echar raíces. ¿Soportaría Alicia el hecho de que Jack sólo buscaba una inversión temporal antes de mudarse a otra propiedad?