El burlador de Sevilla y convidado de piedra es una de las obras más destacadas del teatro barroco español. En ella aparece en todo su esplendor la figura de don Juan Tenorio, el conquistador de mujeres que luego serviría de base para cientos de obras de diversos géneros y en diversas lenguas, pues don Juan es el personaje más célebre e internacional de las letras. En esta pieza –un producto típico de la Contrarreforma– se nos habla de un libertino que desprecia a Dios y a la otra vida y que acaba sufriendo el castigo que la religión impone al pecador. El tema del seductor junto con el del osado que invita a cenar a un muerto al que ha ofendido en vida forjan un argumento de irresistible fuerza y grandes efectos dramáticos.