«Al cumplir los treinta tomé la decisión de dejarlo todo.
Ni una cerveza más. Ni una raya más. No le di un mechón
de pelo a Jane, como en la canción, porque Jane aún
no existía.»
Roberto se despierta aturdido, con una resaca brutal. Ha
regresado al infierno del que lleva años intentando escapar.
Pero esta vez es distinto.
Esta vez es peor.
Arrastrado por unas inquietantes llamadas telefónicas, el
protagonista de La gabardina azul se sumerge en un mundo
poblado de personajes como Madame La Gorde, Fredo
o Jonás el Príncipe Gitano. Gente a la que nunca habría
querido conocer y a la que sigue y le persigue por las calles
de Vigo y los mares nocturnos de las islas Cíes. La inicial
sensación de peligro conduce al lector a una maraña de desapariciones,
secuestros y venganzas que conforman este oscuro
thriller en el que, pese a todo, los protagonistas nunca
pierden el sentido del humor. Negro, por supuesto.
La escritura tensa y eléctrica de Daniel Cid recuerda a Don
Winslow. La ironía y el humor negro al Pierre Lemaitre de
Vestido de novia.
Con un suspense que bebe de Hitchcock, La gabardina
azul es una novela muy cinematográfica, y por sus pá-
ginas aparecen referencias a The Wire, Breaking Bad, El
Padrino… La banda sonora la pone Leonard Cohen con
su Famous Blue Raincoat.
- Portadilla
- Créditos
- Dedicatoria
- Contenido
- Primera parte
- Segunda parte
- Tercera parte
- Cuarta parte
- Epílogo
- Apéndices
- Agradecimientos