El conciso texto de presentación que el curioso lector tiene ante sus ojos le sorprenderá quizá por las insólitas (y sin embargo fundadas) afirmaciones que siguen. Le sorprenderá porque desea ser a la vez texto de presentación de un documento y de un ensayo de crítica literaria.
Un documento con aspecto y voluntad de libro que exuda rigor y naturaleza de extracto fehaciente de un sin número de lecturas de la obra toda del Nobel colombiano y de buena parte de la inabarcable bibliografía sobre el escritor. Es una aportación crítica en la que el estudioso no ambiciona teorizar o aplicar metodologías que sabe exiguas para sus fines, sino puntualizar sobre datos opuestos, distintos o incluso contradictorios de la biografía del escritor; también anhela el investigador fijar los orígenes vivenciales de una buena partida de textos del autor que son ecos de sus obras precedentes, recuperar textos, indagar y hurgar en contenidos glosados, parodiados o autotextualizados en la primera entrega de sus memorias (Vivir para contarla); y logra asimismo rememorar momentos capitales de la existencia y de las páginas memorables del gran fabulador de Aracataca que se nutrieron y sustentaron mutuamente.
Si a lo dicho añadimos que Díaz Arenas ha escrito seis monografías sobre la obra del autor, no parece exagerado cerrar con dos versos del poema “So long” del gran Walt Whitman: “Camarada, esto no es un libro; el que lo toca, toca a un hombre.” (“Comrade! This is no book; Who touches this, touches a man”).
José Manuel López de Abiada