Por los poemas de Coman Sova caminan inviernos y primaveras, la escucha y la atención al alma de las palabras como animales redondos en los que habita esa copa del abismo, del extravío, de plenitud. Su poesía es una conversación infinita con el temblor y su resonancia. Temblor y fulgor de un origen, poema único que nos escribe y nos dicta y afirma.
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- Índice
- La resonancia del temblor, por Anxo Pastor
- I. La copa llena de ángeles
- La copa llena de ángeles (autorretrato)
- II. Juego de aire
- La diosa
- Cuando ya no hay amor
- Amor adolescente
- ¡No olvides!
- Si puedes
- Sé cómo quieras ser
- Ruido
- Ahora
- Podrías ser tú
- Mal de amores
- Noche azul
- La suerte
- Frío
- Amistad
- La madre
- Post Scriptum
- III. Detén sólo el instante
- Detén sólo el instante
- El planeta del amor
- ¡Teme!
- Ajedrez
- Hora nueve
- Expulsión
- Volver
- Proteja nuestro amor
- Volver a cobrar vida
- Ambiente
- Mientras No Ser
- IV. El amor a la tierra
- ¿Y ahora…?
- Cada día
- Esperando noticias
- Huellas
- Lo que amamos
- Necesidad de lo blanco
- Misterio
- Y la luz se desvaneció
- Las magnolias
- La voz áspera por el silencio
- Acuérdate
- V. Parecía que…
- La señora gris
- Noches blancas
- Mil años después
- Laberinto
- El espejo
- Sólo la arena quedaba en silencio
- VI. Estado de tarde
- La niebla
- Confesión
- El mundo no se divide
- Sólo en otoño
- Amistad
- Me visitó la nieve
- Norte
- Estación de lluvias
- Con el pan, el vino y todo lo demás
- El tiempo junto a ti
- El día final
- Epitafio