“Dice Michel que cada poema de este libro no tiene relación con el anterior ni con el siguiente. Creo que se equivoca. Existe un punto en común que —como el frío al llegar enero— se hace cada vez más evidente: el amor. Porque 'es más difícil quitarse los miedos que la ropa', pero irán cayendo por su propio peso página tras página porque en este libro sólo hay amor. También del propio. Sobre todo del propio. Y menos mal”.