Sólo mediante un profundo conocimiento bilingüe y un trabajo regido por la autocrítica y la honestidad, se puede tener una traducción difícilmente superable. Los textos en prosa de Baudelaire han encontrado su justa dimensión en castellano: lejos de la estridencia y el desgarro, Margarita Michelena nos descubre el exquisito arte del escalofrío y del lírico asombro baudelerianos.
- Un libro clásico de Charles Baudelaire y Margarita Michelena, Carlos Eduardo Turón
- Noticia bibliohemerográfica, Margarita Michelena
- Dedicatoria a C. B., Margarita Michelena
- Dedicatoria a Arsène Houssaye, Charles Baudelaire
- I. El extranjero
- II. La desesperación de la vieja
- III. El confíteor del artista
- IV. Un gracioso
- V. La cámara doble
- VI. A cada uno su Quimera
- VII. El loco y la Venus
- VIII. El perro y el frasco
- IX. El mal vidriero
- X. A la una de la mañana
- XI. La mujer salvaje y la pequeña amante
- XII. Las multitudes
- XIII. Las viudas
- XIV. El viejo saltimbanqui
- XV. El pastel
- XVI. El reloj
- XVII. Un hemisferio en una cabellera
- XVIII. La invitación al viaje
- XIX. El juguete del pobre
- XX. Los dones de las Hadas
- XXI. Las tentaciones o Eros, Pluto y la Gloria
- XXII. El crepúsculo vespertino
- XXIII. La soledad
- XXIV. Los proyectos
- XXV. La bella Dorotea
- XXVI. Los ojos de los pobres
- XXVII. Una muerte heroica
- XXVIII. La falsa moneda
- XXIX. El jugador generoso
- XXX. La cuerda
- XXXI. Las vocaciones
- XXXII. El tirso
- XXXIII. Embriagaos
- XXXIV. ¡Ya!
- XXXV. Las ventanas
- XXXVI. El deseo de pintar
- XXXVII. Los dones de la luna
- XXXVIII. ¿Cuál es la verdadera?
- XXXIX. Un caballo de raza
- XL. El espejo
- XLI. El puerto
- XLII. Retratos de amantes
- XLIII. El galante tirador
- XLIV. La sopa y las nubes
- XLV. El tiro y el cementerio
- XLVI. Pérdida de aureola
- XLVII. La señorita bisturí
- XLVIII. Anywhere out of this world
- XLIX. ¡Maltratemos a los pobres!
- L. Los buenos perros
- Epílogo
- Carta de Octavio Paz a Margarita Michelena