La historia de un ambicioso joven de provincias que se enamora de una mujer casada sirvió a Flaubert para crear uno de los hitos estilísticos de la literatura universal, La educación sentimental (1869), una de las novelas más perdurables de todos los tiempos. En la cubierta del barco que le lleva de París a su ciudad natal, Frédéric Moreau se quedará prendado de la belleza de la señora Arnoux. Este será el punto de arranque de las tribulaciones de un joven que sueña con alcanzar fama y fortuna y que, de regreso a París, frecuentará al señor Arnoux para estar cerca de su secreto amor, con el trasfondo del París de mediados del siglo XIX, la capital de la burguesía emergente, donde la intensidad del placer se mezcla con el inevitable tedio y el resplandor de uno de los periodos cruciales de la historia europea: la revolución de 1848. La educación sentimental es una novela de novelas. Sólo un genio de la talla de Gustave Flaubert podía escribir un texto así y que pasados casi doscientos años todavía continuemos descubriendo elementos que nos redimen como hombres y nos deleitan como lectores.