Poesía de senectud: Guillén, Diego, Aleixandre, Alonso y Alberti en sus mundos poéticos terminales

Un buen numero de poetas españoles del siglo XX han alcanzado plena madurez como esemores en edades muy avanzadvis. Su lucidez y dedicación a la poesía han permitido que una extensa obra culmine, en todos los casos, la labor que ya había alcanzado logros muy positivos con anterioridad. Unos libros finales escritos, en algunos casos. después de los setenta años, nos demuestran la capacidad literaria de un interesante grupo de poetas de nuesrro siglcr. Se trata, pues, de un estucho de /wv/w de se- Hiiiud, término con el que el autor designa la poesía estrña por estos poetas en los años de la vejez. La obra, sin embargo, no pretende hacer un inventario de los libros luíales de los poetas tratados, sino exclusivamente entrar en esas obras en busca de aspectos. temas, inquietudes y configuraciones literarias propias de esa edad y no de otras. F.s decir, aquellas peculiaridades que hacen que esta poesía sea distinta de la que han cultivado a lo largo de su vida y por la que han alcanzado sólido prestigio.Observando come» antecedentes c iertos as-e los ideales que los cohesionaron come grupo en los años veinte, los que consti luyen la base de este estudio: jorge Gudlen Gerardo Diego. V'icente Aleix.indre, Dámaso Alonso y Ralael Alberti. Todos ellos han realizado una poesía de scjez que ha puesto de manifiesto su humanismo militante y su decidida preocupación por nuestro mundo visto desde la serena experiencia de la senectud. Francisco Javier Diez de Revenga, nacidc» en Murcia es catedr.iticc' de Luera- tura Española en la Universidad Je Murcia. Ha publicado numerosos estudios y enpoetas de la generación del 27, ya muy lejos de los ideales que los cohesionaron come grupo en los años veinte, los que consti luyen la base de este estudio: jorge Gudlen Gerardo Diego. V'icente Aleix.indre, Dámaso Alonso y Ralael Alberti. Todos ellos han realizado una poesía de scjez que ha puesto de manifiesto su humanismo militante y su decidida preocupación por nuestro mundo visto desde la serena experiencia de la senectud.