Aunque desde la perspectiva actual pueda resultar chocante, entre los siglos xiii y xv el aragonés era una lengua romance autónoma, funcional en todos los ámbitos comunicativos y dotada de un registro formal y escrito. Los archivos guardan decenas de miles de documentos que lo acreditan. El libro explora las razones por las que el aragonés se singularizó dentro del continuo dialectal románico y se escindió de vecinos con los que era totalmente inteligible, como el catalán o el castellano. Tras el cambio idiomático se escondía una transformación política mayúscula: la construcción de un Estado —el reino y la Corona de Aragón— que produjo una cultura hegemónica y una ideología lingüística que reconocían el aragonés como lengua.
- Cover
- Title page
- Copyright page
- Introducción
- 1. La definición de una nueva lengua
- 1.1. Estado, colonización y lengua
- 1.2. De latín a romance
- 1.3. De romance a aragonés
- 2. La norma culta de la lengua vulgar
- 2.1. Gestación y rasgos del modelo culto
- 2.2. Lengua de prestigio y convergencia dialectal
- 2.3. El aragonés en tierras de otra lengua
- 2.4. Los mecanismos de difusión de la norma
- 3. Lengua y política en Aragón
- 3.1. La Corona de Aragón, un Estado políglota
- 3.2. Políticas lingüísticas para gestionar la diversidad
- 3.3. La palabra del rey: las lenguas de la Cancillería
- 3.4. El aragonés, lengua del reino: reivindicación y limitaciones
- 3.5. Continuidades y discontinuidades: el aragonés y sus vecinos
- 4. La castellanización
- 4.1. La lengua del rey tras el Compromiso de Caspe
- 4.2. La sustitución idiomática en Aragón
- 4.3. Una nueva ideología lingüística
- Conclusión
- Archivos y bibliotecas
- Bibliografía
- Índice de personas, lugares y materias
- Índice