Muchos de los protagonistas de esta novela no son conscientes de la trama en la que participan, que abarca más de un siglo y medio. Ocupados en sus pequeñas y personales historias cotidianas, se involucran también en los grandes hechos de la Historia, pero sin percibir su sentido último. El lector de El Viviente y el averno, sin embargo, sí consigue esa perspectiva gracias al hilo conductor con el que Antonio Sosa Sánchez ha enhebrado una potente trama coral de personas y acontecimientos. Con sugerente precisión, estas páginas engarzan apariciones marianas como Guadalupe y Fátima con decisiones de hombres de Estado como Franco, Kennedy o Allende, dramas políticos como el Desastre del 98 y la Segunda República con tragedias bélicas como la rebelión de los cristeros o la Guerra Civil española. Partiendo de la revolución de 1868 y con un último aviso en los atentados de 2004, con la acción en escenarios de España, México y Cuba, el autor va descubriendo los hitos de una lucha permanente. El trasiego de actores públicos (¡y de actores escondidos!) apenas disimula que, en última instancia, son el bien y el mal quienes se enfrentan. Y su aversión alcanza en nuestros días una tensión exasperada, que pareciera apocalíptica.
- Nota preliminar
- Primera parte
- Segunda parte
- Tercera parte