Mi hija tiene un diario en el que escribe casi a diario...
Empezamos mal, esto nunca llegará a ser un bestseller.
Arturo, un hombre que olvidó que tenía sentido del humor, comienza a sus 42 años, a escribir un diario con el fin de dar cuerpo a un propósito: enviar a su jefe a la cárcel y restregarle todas las palabras escritas que nunca se atrevió a decirle. Paralelamente a este cometido se da cuenta de que le ha cogido gustillo a la escritura y desarrolla una serie de relatos inspirados en sueños, en las historias de los personajes que van apareciendo en su vida, e incluso en aquellas ideas que le consiguen liberar poco a poco de su hipócrita realidad. Para ello diseña en la última mitad de su diario un desván imaginativo que acabará cargado de la moral, el amor, la furia, la rebeldía, la ironía y el talante, del propio Arturo.