Si hubiera creído que iría con él sin oponer la más mínima resistencia, el experto en seguridad Dillon Jones no habría utilizado sus dotes más especiales para secuestrarla.
Pero Virginia Johnson era una luchadora y Dillon tenía un ojo morado que lo demostraba. No podía evitar preguntarse cómo sería cuando se encontrara en el fragor de la pasión... cómo sería tomar su cuerpo y su alma...
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