Rafe deseaba a Isabel, pero su trabajo era fotografiar a la futura novia, no seducirla. Fue entonces cuando descubrió, para su sorpresa, que la boda se había anulado...
Sin dudarlo dos veces, Isabel le pidió a Rafe que la acompañara en lo que habría sido su luna de miel. El amor no formaba parte del trato, pero el guapísimo Rafe Saint Vincent podría ayudarla a olvidar el abandono que había sufrido. Cuando se terminó la luna de miel, Isabel descubrió que, de forma accidental, se había quedado embarazada...