Lorna Farrell tenía dos deseos en la vida: tener la familia que le había faltado de niña y que Mitch Ellery jamás se enterara de que estaba enamorada de él. El magnate era el único hombre en el mundo con el que jamás podría estar, pero también era el único que podía ayudarla a encontrar a su familia...
El dilema se hizo aún más difícil cuando se vio inmersa en un falso compromiso con Mitch. Si huía, lo perdería todo; pero cuanto más tiempo pasaba junto a él, más lo deseaba... y más parecía que él sentía lo mismo por ella. ¡Si al menos pudiera confesarle sus secretos!