La solución era una noche inolvidable en la que ambos pudieran cumplir todos sus deseos...
La primera vez que Maddy Forrester oyó la embriagadora voz de su jefe por teléfono, dedujo que era un hombre formidable. Sin embargo, nada habría podido prepararla para el momento en el que se encontró cara a cara con Aleksei Petrov. Él era lo último que Maddy necesitaba, pero lo primero que verdaderamente deseaba...
Aleksei estaba decidido a no mezclar los negocios con el placer, pero le costaba resistirse a la atracción que sentía hacia su secretaria. Maddy representaba un problema que él no deseaba.