—Voy a ser capaz de hacerte gemir de placer… Si me equivoco, te pagaré diez millones de dólares.
Kassius Black se había alzado sobre las cenizas de su terrible niñez alentado por la necesidad de vengarse de un padre que lo había abandonado. Prácticamente todos los bienes de su padre ya eran suyos, y solo le faltaba presentarse ante él con un heredero al que jamás permitiría que conociese.
Laney Henry, una mujer pura en cuerpo y alma, era la candidata perfecta para casarse con Kassius y ser la mujer de su hijo. Así que este le daría un ultimátum seguro de que no tenía nada que perder… ¿O sí?