El deseo era más fuerte que el deber En una Britania asolada por la guerra, la joven Sierra aprendió que la única forma de sobrevivir era enterrando sus emociones. Después de ver cómo los sajones mataban a su madre y se llevaban a su hermano, se vio convertida en la aprendiza del verdugo del rey y obligada a presenciar los sufrimientos más atroces al tiempo que desarrollaba sus habilidades sexuales. El corazón de Sierra se iba congelando lenta e inexorablemente… hasta que le llevaron a Dryston, un prisionero romano, para que lo hiciera hablar usando su poder de seducción. Muy pronto se encontró dividida entre el deber y el deseo, porque Dryston era el único hombre que podía ayudarla a liberar su alma y consumar su venganza.