Estaba claro que Winona Thornbury había nacido en el siglo equivocado; su idea del amor estaba tan anticuada como su indumentaria. Ningún hombre había conseguido jamás que se dejara llevar por la pasión... hasta que se encontró con aquel misterioso desconocido que le provocaba el deseo de arrancarse la ropa y olvidarse de qué era «lo correcto». Pero Connor Monahan no era el tipo de hombre que aparentaba ser. Era un policía de incógnito que creía estar vigilando a una prostituta, sin embargo la mezcla de inocencia y sensualidad de aquella joven estaba haciendo que le resultara muy difícil mantener la cabeza en el caso... y las manos lejos de la sospechosa...