Caption:
La habitual precaución de muchos lectores ante la poesía suele ser la de intentar no comprometerse con libros herméticos y cerrados sobre sí mismos. No es el caso de Monumento al olvido, una obra abierta al mundo a través de variopintos caminos (la lengua asturleonesa, los mitos griegos y latinos, la historia, la pintura y las estampas viajeras; pero también el reggaetón, los zombis o el deporte). A la manera de un diario, el autor nos cuenta mucho sobre su vida, aunque no nos muestre su intimidad. No obstante, hay algo que nos interesa más que el autor: nuestra realidad como individuos. La voz del poeta nos ofrece un recorrido para la introspección propia y del mundo que habitamos y lo hace desde la idea concreta, al margen de la palabrería y de la retórica más habitual, con un regusto amargo de honestidad nunca empalagoso.
Quienes se adentren en estas páginas experimentarán la zozobra y el desasosiego ante la limitación humana pero también sentirán la fortuna de quienes disfrutan los lugares históricos, los bosques, el olor a mar y la alegría de los jóvenes para darse cuenta de que quizás, nunca estamos solos.