No es recomendable atropellar a quien te juzgará en el juicio final.
Coincidiendo con el inicio de la campaña electoral de las elecciones municipales de la pintoresca población de Castillo del Mar -no tiene ningún castillo y la costa más cercana está a 227 km-, Óscar Mesas, candidato a la alcaldía por el Partido de las Personas, atropella a un hombre en una de las calles de la localidad.
Poco después del accidente, Óscar descubre que el hombre al que ha atropellado es el mismísimo Jesucristo.