Escúchala, tiene mucho que decirte.
Si decidimos no resignarnos a creer que todo lo que ocurre es fruto de la casualidad, entonces todas las cosas suceden por algo y en el momento adecuado. Lo que pasa es que cuando ocurren a veces no entendemos el motivo, por lo que nos enfadamos con la vida, en lugar de aceptarla.
Eso es precisamente lo que le sucede al protagonista de esta novela, que se enfada con la vida porque no acepta lo que le ocurre. Por ello, desesperado, toma una decisión límite que, curiosamente, tampoco sale como prevé.
Es cuando aparece la figura del Loco, quien con su risa guiará al protagonista por un mundo simbólico repleto de experiencias. Un mundo paralelo donde el espacio-tiempo adopta un nuevo sentido y donde todo se percibe desde una nueva concepción, cobrando especial importancia el escucharse a sí mismo; todo ello sin perder el hilo con la realidad.
La risa del Loco es una mezcla de sabores digna de cualquier sibarita emocional.