No divagues en este mundo lleno de dudas y refúgiate en el silencio. Cualquier otro puedes ser tú mismo visto desde otro punto de vista.
Para que cualquier obra comience a desarrollarse, será necesario que exista un desencadenante y que, desde él, comiencen a transitarlos sucesos hasta convertirse en aquello que empuja a un ser a vaciar su alma conmocionada y llena de dudas, que él, necesita compartir con los demás.