Nadie puede huir de la Maldición de la Niebla.
Por culpa de un desacuerdo con su padre, Ben se ve obligado a marcharse de casa. Sin rumbo, el joven llega a los límites de Nehers, lugar en el que todo es frío y hielo, y una especie de embrujo comienza a congelar su piel, sus piernas, su cuerpo entero.
Tras caer en un conjunto de extrañas pesadillas en las que apenas se reconoce a sí mismo, el chico abandona su deshielo y empieza a descubrir el rompecabezas inacabable que trata de formar la distante y frígida Nehers.
El dominio férreo del Orden y sus soldados. Un enorme monstruo blanco sin orejas. La magia azul... y la Maldición de la Niebla.