El cuerpo del Señor. Dice el Señor Jesús a sus discípulos: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; ninguno viene al Padre sino por mí".
- Cap. I: Del cuerpo del Señor
- Cap. II: Del mal de la propia voluntad
- Cap. III: De la perfecta obediencia
- Cap. IV: Que nadie se apropie la prelacía
- Cap. V: Que nadie se ensoberbezca, sino que se gloríe en la cruz del Señor
- Cap. VI: De la imitación del Señor
- Cap. VII: Que el buen obrar siga a la ciencia
- Cap. VIII: Del pecado de envidia, que se ha de evitar
- Cap. IX: Del amor
- Cap. X: Del castigo del cuerpo
- Cap. XI: Que nadie se altere por el pecado de otro
- Cap. XII: De cómo conocer el espíritu del Señor
- Cap. XIII: De la paciencia
- Cap. XIV: De la pobreza de espíritu
- Cap. XV: De la paz
- Cap. XVI: De la limpieza del corazón
- Cap. XVII: Del humilde siervo de Dios
- Cap. XVIII: De la compasión del prójimo
- Cap. XIX: Del humilde siervo de Dios
- Cap. XX: Del religioso bueno y del religioso vano
- Cap. XXI: Del religioso frívolo y locuaz
- Cap. XXII: De la corrección
- Cap. XXIII: De la humildad
- Cap. XXIV: Del verdadero amor
- Cap. XXV: De nuevo sobre lo mismo
- Cap. XXVI: Que los siervos de Dios honren a los clérigos
- Cap. XXVII: De la virtud que ahuyenta al vicio
- Cap. XXVIII: Hay que esconder el bien para que no se pierda