Esta obra trata de la influencia de los intelectuales en la política española de los años 30. En concreto, se analiza el proceso personal y político que llevó a los escritores comunistas de la Segunda República a contribuir en la definición de una política bolchevique española. Los intelectuales son especialistas en la definición, clasificación y caracterización de la realidad política para que adquiera una significación concreta. Los escritores comunistas en los que se basa este estudio son Rafael Alberti, Ramón J. Sender y César Arconada. En sus obras literarias puede observarse la utilización de un esquema de interpretación de la realidad política republicana centrado: en la denuncia de una situación injusta que aquejaba a los trabajadores y, sobre todo, a los campesinos sin tierras, en la apelación al seguimiento de las consignas de la única organización política capaz de resolver los conflictos: el Partido Comunista de España, y en la propuesta de una alternativa real a la injusticia capitalista plasmada en la existencia y realizaciones de la Unión Soviética.