José Rizal fue el padre de la independencia de Filipinas. Su obra poética tiene un marcado interés en el mejoramiento humano y en la reflexión política. Confinado en Fuerte Santiago, en Manila, Rizal escribió al término de su vida el poema Mi último adiós. Se trata de un texto que sobrecoge por su entereza y la sensación que transmite el autor de que un destino íntimo y transcendental por igual lo rige en la hora de la muerte.