En los procesos industriales se interrelacionan la medida y transmisión de una o varias variables, su control y la actuación sobre el elemento final de control para conseguir que la variable o variables retornen al valor deseado o punto de consigna. Antes de la aparición del ordenador la única forma de fabricar un producto en grandes cantidades era la experimentación a partir de una planta piloto. De este modo, sin grandes riesgos económicos, se podían obtener
datos experimentales que podían después extrapolarse a la verdadera planta industrial.
El ordenador ha permitido representar el proceso mediante programas de simulación creados aplicando las expresiones matemáticas que describen las relaciones entre las variables que afectan al proceso. Necesariamente estas expresiones son una simplificación de la realidad de tal manera que, aparte de los procesos simples, constituyen una aproximación cualitativa al proceso.
Básicamente en la obra se han considerado dos grandes grupos de simulación, la realizada con ecuaciones diferenciales que permiten el estudio del proceso en tiempos pequeños (segundos a minutos) y la efectuada con ecuaciones de estado mediante las cuales es posible el estudio de minutos, horas e incluso días. El primer método permite la simulación de los verdaderos valores de las variables, mientras que el segundo detecta las desviaciones que se apartan de los valores de equilibrio del proceso.