En Un Mundo en rotación, su autor describe el proceso deductivo desarrollado hasta concebir la Teoría de interacciones dinámicas. Analiza las fuerzas de inercia e incorpora las reacciones inerciales y, en concreto, el concepto de par giroscópico a la estructura de una nueva dinámica rotacional de sistemas acelerados. Esta teoría sugiere nuevas claves para entender la dinámica de nuestro entorno y comprender el universo. La teoría propuesta nos permite constatar y comprender la correlación física y matemática entre orbitación y rotación intrínseca, y por tanto, la causalidad racional de que tengamos días y noches en la Tierra.
Con múltiples experimentos, el libro demuestra las hipótesis de dinámica rotacional de la teoría que se sostiene. Propone numerosos comportamientos como ejemplos palpables de esa teoría. Argumenta que las leyes de la mecánica clásica, plenamente válidas y comprobadas, se refieren exclusivamente a supuestos de movimientos de traslación de sólidos rígidos en sistemas inerciales, cuando en el universo, y en la naturaleza, el movimiento se manifiesta habitualmente con aceleraciones, especialmente en los supuestos de dinámica rotacional.
El texto sugiere un mayor interés de la Física en la investigación y estudio de los sistemas acelerados no inerciales, y advierte la necesidad de desarrollar programas de investigación científica para su evaluación y análisis, hasta su confirmación, generalización y aplicación de la Teoría de interacciones dinámicas en otras muchas áreas de la ciencia
y la tecnología.