Los relatos, todos fantásticos, se basan en la particular visión de la autora sobre los episodios de la vida y la inexorable condición humana, los que, unas veces pareciendo reales, no pasan de ser alucinaciones, y otras tantas se materializan en crudas realidades. Esas verdades solo son soportables por la pureza del espíritu y la valentía de un pueblo, que como el colombiano, es una mezcla de guerreros y soñadores.