El propósito de este texto es propiciar la reflexión y la reinterpretación sustentada en torno a la pregunta acerca de los adolescentes de hoy en Colombia, y a la capacidad de la familia, el colegio, la universidad y de la sociedad en general para cumplir con su papel de sostén, de abrazo acogedor, protector y ejemplizante. Esto como punto de partida para pensar la adolescencia como un período del desarrollo valioso, donde el joven sigue siendo tan vulnerable y frágil como en la infancia, y sin embargo se haya expuesto no solo a estímulos abrumadores, sino además sufre de soledad en su mayoría y de desamparo no pocas veces.