Este libro analiza toda la poesía de Luis García Montero editada, a través de tres vías que resultan verdaderamente esclarecedoras del fenómeno de recepción y aceptación que sus poetisas han logrado en el campo estético actual: los ritos de la intimidad -especialmente el tópico amoroso-, el imaginario de la Historia y su intersección con las microhistorias de la vida cotidiana, y las autoficciones del yo, con su complejo entramado autorreferencial y autobiográfico. Estarnos convencidos de la pertinencia y necesidad de este estudio a pesar de saber que se trata de la obra inacabada de un poeta vivo en plena madurez creadora, con todos los peligros que esto entraña. Un poeta peculiar y decisivo, porque reescribe su tradición y funda -como quería Borges- a sus antecesores en una genealogía realista para la poesía, a fines de un siglo que ha demonizado la referencia y el pacto comunicativo con el lector a través del lenguaje. Un poeta que se ha animado a polemizar con el legado intocado y quasi-sagrado de las vanguardias, que las pone bajo su lupa implacable para salvar a sus poetas y sabotear sus mitos más consagrados (el del malditismo marginal y carismático, el del yo demiúrgico y la poesía como oficio sagrado, el del lenguaje siempre fracturado y en pie de rebelión contra las apalabras de la tribu'). Un poeta que ha logrado articular tina postura que excede el campo estético y provoca, desde una escritura ética y política, una revisión de los valores que nos involucran como sociedad. El objetivo ha sido recorrer sus poemas para exhibir ese itinerario a los lectores, y poner de manifiesto la silenciosa pero decisiva acción de la poesía de Luis García Montero: hacernos comprender a través de las palabras el largo proceso histórico y cultural de una España que pasó de la posguerra al posfranquismo, dejando en su literatura las huellas abiertas de ese tránsito doloroso, feroz, incomprensible que aún necesita de distancia temporal y meditación para saldar las cuentas de su historia.