El diablo se suele asociar con el mal en un sentido amplio, sin ninguna precisión. Puede ser el Señor de las Sombras, con las características que lo remiten a una vasta y conocida iconografía, pero también puede ser algo indefinido, muy presente en la existencia humana. Hablar del diablo siempre es arriesgado, y los temas referentes a él se pueden englobar en dos grandes grupos: el primero, de orden teológico; el segundo, psicológico. Desde el primer punto de vista, el diablo es un ente sobre el cual los teólogos se interrogan desde hace mucho tiempo y proponen interpretaciones cultas. Pero, al final, acaban presentando una visión muy alejada de la figura un poco absurda de nuestras tradiciones y del imaginario colectivo. Existe, pues, un contraste entre aquello que los estudiosos de la religión definen como diablo, y aquello que acompaña desde siempre a la representación que cada uno se ha formado de esta criatura. El segundo aspecto es de índole psicológico, ya que el diablo provoca en las personas, incluso entre quienes no «creen», una especie de inquietud, una sensación que va más allá de la fe y de la propia religión. La relación de la humanidad con el diablo está marcada por un pesado velo de ambigüedad que, de hecho, es la prerrogativa específica de quien fue ángel y luego se convirtió en el emblema de la parte oscura del hombre.
- INTRODUCCIÓN
- EL MITO DE LA CAÍDA
- EL DIABLO COMO SÍMBOLO DEL MAL
- El sufrimiento del inocente
- Las dos caras del mal
- ¿Dios permite el mal?
- LA HISTORIA DEL DIABLO
- Sumerios y asirio-babilonios
- Lilith: el demonio nocturno
- Egipcios
- Celtas
- Islámicos
- Hinduistas y budistas
- LA TRADICIÓN JUDEOCRISTIANA
- La obra destructora de Belial
- La Lilith judaica
- El nombre del mal toma cuerpo
- El mensaje simbólico del Apocalipsis
- El diablo de la selva
- La isla de los herreros
- El diablo, el desierto, la tentación
- JESUCRISTO Y EL DIABLO
- La corona de Lucifer y la sangre de Cristo
- Jesús victorioso
- El papa
- El exorcismo de los discípulos de Jesucristo
- EL ANTICRISTO
- El Apocalipsis de Juan
- 666: el número del Anticristo
- LAS MIL CARAS DEL DIABLO
- El gran enemigo
- Baalzebub, Señor de las moscas
- Jerarquías infernales
- EL BESTIARIO DIABÓLICO
- La serpiente astuta
- La serpiente aplastada: ¿un error teológico?
- Animales diabólicos
- El diablo blanco
- El temible chacal
- El gran dragón Illuyankas
- EL DIABLO EN EL ARTE
- Lucifer entra en la iglesia
- El Bosco y sus demonios
- San Miguel, inspirador de artistas
- EL DIABLO IMAGINADO EN LA FILOSOFÍA Y LA LITERATURA
- Las disputas filosóficas
- Las representaciones en la literatura romántica
- Milton: la gran pérdida
- Carducci: Satanás el rebelde
- Diablo y modelos literarios
- Los proverbios infernales de William Blake
- La muerte de Satanás según Victor Hugo
- Hermes Trimegisto... el demonio
- Satanás-Plutón
- Fausto y la tentación
- Don Juan
- El Lucifer de Dante
- LA MÚSICA SATÁNICA
- Músicos y demonios
- Los Carmina burana
- El caso Paganini
- Hard rock
- LA TRADICIÓN POPULAR
- Usos idiomáticos
- Los lugares del diablo
- Los sobrenombres del diablo
- El diablo y las mujeres
- El diablo y el sacerdote
- El Romance de Fauvel
- Historias de diablos...
- El diablo burlón
- El diablo cojuelo
- La abuela del diablo
- El diablo y los peregrinos
- El idioma que el diablo no aprendió
- EXORCISTAS, ENDEMONIADOS Y LA PSIQUE
- Las actividades maléficas
- Las características del exorcismo
- El bautismo: el primer exorcismo
- Un collar contra los demonios
- Los exorcismos del pueblo
- El santo
- EL DIABLO MODERNO
- Crímenes y satanismo
- El asesino de Londres
- Un «monstruo» italiano
- La Familia de Manson
- El satanismo indirecto
- El inquietante Marilyn Manson
- BIBLIOGRAFÍA
- Notas
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