El 21 de septiembre en una pequeña ciudad de Dinamarca Anna Kiehl, joven estudiante de antropología y madre de un niño de tres años, desaparece tras una de sus habituales salidas para hacer ejercicio en el bosque de las inmediaciones de su casa. Su cuerpo desnudo aparece al día siguiente: tiene un profundo corte en el cuello y un ramillete de flores secas sobre el pecho. Daniel Trokic, un introvertido detective de unos treinta años, de origen croata, se hace cargo de la investigación junto a la vivaz Lisa Kornelius, especialista informática del departamento de Policía.
Inger Wolfe ha escrito una soberbia novela negra que combina el mejor suspense psicológico con la clásica novela de detectives: «la oscuridad y las sombras de la vida son mi fuente de inspiración», ha declarado la autora. Un oscuro fin de verano ha recibido el Premio Nacional de Dinamarca a la Mejor Novela Negra 2006 por tratarse de «un debut más que prometedor» y cuenta ya con traducciones a varias lenguas.